El Salvador está viviendo una auténtica revolución en el ámbito de las criptomonedas, al elevar el Bitcoin a moneda de curso legal. Apenas cinco días después de su anuncio, los legisladores aprobaron el proyecto de ley por amplia mayoría.
Nuevo monedero digital
Se está desarrollando un monedero digital nacional llamado Chivo – argot local para “guay” –. En él que se cargarán 30 dólares de Bitcoin en cada uno como saldo inicial. Las transacciones en Bitcoin estarán exentas del impuesto sobre las ganancias de capital, y los extranjeros que inviertan tres Bitcoins en el país (unos 120.000 dólares) obtendrán la residencia.
En agosto, una nota de investigación de Bank of America se entusiasmó con la capacidad de la nueva ley para reducir el coste de las transacciones transfronterizas (las remesas representan el 20% del PIB de El Salvador). Según este, también permitiría aumentar la penetración digital, y atraer la inversión extranjera como primer paso en la adopción de la criptodivisa.
Desde entonces, han comenzado a salir otras opiniones no tan positivas.
Según el economista local Ricardo Castañeda, la ley fue adoptada rápidamente, sin ningún estudio técnico o debate público. De igual forma, duda del entendimiento gubernamental de las implicaciones y problemas que pueden aparecer, como el riesgo de convertir el país en un paraíso del lavado de activos.
Las nuevas tecnologías han abierto nuevas oportunidades de crecimiento y de negocio. No obstante, también conllevan la aparición de importantes riesgos. En el ámbito de las criptomonedas, la ausencia de control por parte de instituciones conlleva un fuerte atractivo para actividades como el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.
Por ello, es importante ser especialmente meticulosos ante el establecimiento de relaciones con terceros que hagan un alto uso de este tipo de divisas. Una relación carente de una adecuada diligencia podría conllevar importante perjuicios económicos y reputaciones.
Junto a ello, es importante valerse de herramientas que nos permitan llevar a cabo una correcta gestión de los riesgos a los que estamos expuestos. Entre estos softwares destaca Compaas. Dicha plataforma, está respaldada por años de desarrollo basados en el conocimiento y experiencia de profesionales en los ámbitos del compliance, protección de datos, y blanqueo de capitales y financiación del terrorismo